El percebe, de nombre científico Pollicipes pollicipes, es un crustáceo cirrípedo que, dado su importante valor gastronómico, es conocido como el oro negro de A Costa da Morte, alcanzando precios muy elevados en nuestros mercados.
Debido a que los mejores percebes se encuentran en las rocas donde el mar golpea con toda toda su bravura, la profesión de los percebeiros es una de las más arriesgadas. Estadísticamente, cinco personas pierden la vida cada año cogiendo percebes. La peligrosidad que acarrea su captura y su escased contribuyen, lógicamente, a su elevado precio.
El percebe de A Costa da Morte es el más apreciado en el mercado, y su marisqueo supone una de las principales fuentes de ingresos de muchas familias, viéndose en ocasiones obligados a salir a faenar en condiciones climatológicas adversas y con la mar en mal estado, arriesgando así sus vidas.
Los percebes de origen gallego son inconfundibles por su sabor y por la textura prieta de sus carnes. Algunas de sus características diferenciadoras respecto de los de otras procedencias, como Marruecos o Canadá, son que los percebes gallegos son más cortos y gruesos, así como también tienen una tonalidad más oscura.
QUÉ HACER:
Darle gusto al paladar comiendo una percebeda. La forma más habitual de consumir los percebes es cociéndolos en agua de mar, durante apenas un par de minutos. Se puede optar por enriquecer su cocción añadiendo una hoja de laurel.
—
Percebero- Foto cedida por Juanma Abelleira Ronquete
